‘La Liga de la Justicia’ (Justice League) es un título que muchos esperaban –y esperamos–, y que está acaparando mucha atención en estos días tras su estreno. Por supuesto, en esto tiene mucho que ver que hay gran cantidad de aficionados a los cómics que estaban esperando esta continuación tras la buena impresión que dejó ‘Wonder Woman’ hace unos meses, y, también, que el gran elenco de actores y que el cine de superhéroes, en general, atrae al público en masa a las salas de cine.
Pero, para ser justos, hay que decir que gran parte de este público se mostraba escéptico por varias razones. La primera de ellas, por ver cómo se enfocaba este título en cuanto a su estilo, ya que sigue sin haber consenso sobre el tono que deberían tomar estas películas –hablando en conjunto de Marvel y DC– y mucha gente se muestra disconforme tanto con el cariz que han tomado unas como el de otras.
Claro que no es sencillo contentar a todo el mundo, pero un aspecto positivo que se puede valorar de ‘La Liga de la Justicia’ es que no cae en ese tono de humor fácil e infantil, sino que se mantiene el ambiente serio y emocionante como aspecto predominante del film, con pequeños toques de humor que no molestan en ningún caso.
Como segunda parte del escepticismo con el que mucha gente afrontaba este estreno, tenemos que destacar la posible saturación de títulos de superhéroes que está habiendo en los últimos años. Sería difícil enumerar todas y cada una de las películas del género que se han hecho en este pasado lustro, pero, de nuevo, comienza a dar la sensación de que las ideas en Hollywood siguen escaseando y, tras una época de secuelas y remakes innecesarios, los grandes estudios han encontrado un nuevo filón en éstas.
Lo bueno, es que la gran mayoría de ellas funcionan como producto de espectáculo y entretenimiento, y esto es lo mínimo que tienen que cumplir. Lo malo, que no todas ellas –por no decir casi ninguna– va a pasar a la historia como un título de referencia, ni siquiera como una película que se ha atrevido ni logrado renovar el género, como sí lo hizo Nolan con la trilogía de Batman la década pasada.
Y aquí es donde pueden comenzar nuestras principales críticas a ‘La Liga de la Justicia’ y a su director, Zack Snyder, ya que pecan de conformismo o, peor aún, de complejos. Tal vez no todo sea cuestión de valentía, sino también de talento, pero cuando se está viviendo una abundancia de películas de superhéroes, como sucede actualmente, se debería intentar algo un poco distinto y novedoso, porque lo único que van a conseguir a este paso es cansar a un público que, si bien es fiel por naturaleza, también es extremadamente exigente y crítico.
El primer complejo de ‘La Liga de la Justicia’ comienza, precisamente, con su esfuerzo por hacerse accesible a todo el público, hasta aquel que no haya visto ni ‘Wonder Woman’ ni ‘Batman v. Superman: El amanecer de la Justicia’. De hecho, da la sensación de que los personajes principales, tanto la Wonder Woman interpretada por Gal Gadot, como el Batman de Ben Affleck, el Flash de Ezra Miller o el Aquaman de Jason Momoa, se presentan con más detalle del necesario, y esto acaba influyendo negativamente en el ritmo de la película, sobre todo si la intención es de acabarla en menos de dos horas de duración.
Pero el problema y el complejo del guion no es tanto esta falta de compensación en la estructura, sino algo que puede resultar mucho más grave a los ojos de los espectadores: la falta de emoción. Tenemos a un villano que supone una amenaza catastrófica para el mundo pero que, a su vez, no está expresado como tal. Por decirlo de otra manera, en ningún momento de la película se percibe ese riesgo terrible de que sí, los malos van a ganar, y vemos imposible que el planeta se salve.
A esto también ayuda que determinados aspectos técnicos, de dirección, de montaje y de efectos especiales, no estén a la altura de lo que se supone para una película de este calibre. Un poco de exigencia a la hora de visualizarlo nos hace darnos cuenta de algunos errores que van sumando distracción y sensación de despropósito, y todo esto, a la larga, va sumando.
Si hay una conclusión evidente después de ver ‘La Liga de la Justicia’ es que Warner tiene material más que suficiente para seguir exprimiendo los cómics de DC. Los personajes resultan más atractivos que la historia en su conjunto, y con esto ya tienen un pequeño gancho a la hora de planificar próximos títulos protagonizados por este Flash o este Aquaman. La incógnita será ver si consiguen sacarles todo el partido o si, de nuevo, solo se comprometen con su recaudación a corto plazo y nos ofrecen títulos de consumo rápido.
Para mi, ‘La Liga de la Justicia’ es esto, una película que se deja ver, pero que acabará cayendo en el olvido en poco tiempo.
Le doy 2.5 estrellas de 5.