Pero, para ser justos, hay que decir que gran parte de este público se mostraba escéptico por varias razones. La primera de ellas, por ver cómo se enfocaba este título en cuanto a su estilo, ya que sigue sin haber consenso sobre el tono que deberían tomar estas películas –hablando en conjunto de Marvel y DC– y mucha gente se muestra disconforme tanto con el cariz que han tomado unas como el de otras.

Claro que no es sencillo contentar a todo el mundo, pero un aspecto positivo que se puede valorar de ‘La Liga de la Justicia’ es que no cae en ese tono de humor fácil e infantil, sino que se mantiene el ambiente serio y emocionante como aspecto predominante del film, con pequeños toques de humor que no molestan en ningún caso.

Como segunda parte del escepticismo con el que mucha gente afrontaba este estreno, tenemos que destacar la posible saturación de títulos de superhéroes que está habiendo en los últimos años. Sería difícil enumerar todas y cada una de las películas del género que se han hecho en este pasado lustro, pero, de nuevo, comienza a dar la sensación de que las ideas en Hollywood siguen escaseando y, tras una época de secuelas y remakes innecesarios, los grandes estudios han encontrado un nuevo filón en éstas.

Lo bueno, es que la gran mayoría de ellas funcionan como producto de espectáculo y entretenimiento, y esto es lo mínimo que tienen que cumplir. Lo malo, que no todas ellas –por no decir casi ninguna– va a pasar a la historia como un título de referencia, ni siquiera como una película que se ha atrevido ni logrado renovar el género, como sí lo hizo Nolan con la trilogía de Batman la década pasada.

Y aquí es donde pueden comenzar nuestras principales críticas a ‘La Liga de la Justicia’ y a su director, Zack Snyder, ya que pecan de conformismo o, peor aún, de complejos. Tal vez no todo sea cuestión de valentía, sino también de talento, pero cuando se está viviendo una abundancia de películas de superhéroes, como sucede actualmente, se debería intentar algo un poco distinto y novedoso, porque lo único que van a conseguir a este paso es cansar a un público que, si bien es fiel por naturaleza, también es extremadamente exigente y crítico.

El primer complejo de ‘La Liga de la Justicia’ comienza, precisamente, con su esfuerzo por hacerse accesible a todo el público, hasta aquel que no haya visto ni ‘Wonder Woman’ ni ‘Batman v. Superman: El amanecer de la Justicia’. De hecho, da la sensación de que los personajes principales, tanto la Wonder Woman interpretada por Gal Gadot, como el Batman de Ben Affleck, el Flash de Ezra Miller o el Aquaman de Jason Momoa, se presentan con más detalle del necesario, y esto acaba influyendo negativamente en el ritmo de la película, sobre todo si la intención es de acabarla en menos de dos horas de duración.

Pero el problema y el complejo del guion no es tanto esta falta de compensación en la estructura, sino algo que puede resultar mucho más grave a los ojos de los espectadores: la falta de emoción. Tenemos a un villano que supone una amenaza catastrófica para el mundo pero que, a su vez, no está expresado como tal. Por decirlo de otra manera, en ningún momento de la película se percibe ese riesgo terrible de que sí, los malos van a ganar, y vemos imposible que el planeta se salve.

A esto también ayuda que determinados aspectos técnicos, de dirección, de montaje y de efectos especiales, no estén a la altura de lo que se supone para una película de este calibre. Un poco de exigencia a la hora de visualizarlo nos hace darnos cuenta de algunos errores que van sumando distracción y sensación de despropósito, y todo esto, a la larga, va sumando.

Si hay una conclusión evidente después de ver ‘La Liga de la Justicia’ es que Warner tiene material más que suficiente para seguir exprimiendo los cómics de DC. Los personajes resultan más atractivos que la historia en su conjunto, y con esto ya tienen un pequeño gancho a la hora de planificar próximos títulos protagonizados por este Flash o este Aquaman. La incógnita será ver si consiguen sacarles todo el partido o si, de nuevo, solo se comprometen con su recaudación a corto plazo y nos ofrecen títulos de consumo rápido.

Para mi, ‘La Liga de la Justicia’ es esto, una película que se deja ver, pero que acabará cayendo en el olvido en poco tiempo.

Le doy 2.5 estrellas de 5.

Tree es una chica universitaria con problemas, muchos problemas. De alguno de ellos no quiere hablar, y otros son demasiado evidentes: es una chica maleducada, egoísta y superficial. Al final del día descubrirá que tiene un problema más grande: va a morir. Y, después, sorprendente mente, descubrirá otro peor aún: el día de su muerte se va a repetir sin cesar, una y otra vez. Es decir, cada vez que muera, se despertará y revivirá ese fatídico día desde el primer momento.

Si esta trama de revivir el mismo día una y otra vez les suena, es porque ya se han hecho otras películas similares con anterioridad. La más conocida es ‘El día de la marmota’ (Groundhog Day), en la cual el protagonista va reviviendo el mismo día una y otra vez, pero también podemos destacar la más reciente ‘Código fuente’ (Source Code), en la que un militar viaja de manera cíclica al mismo periodo de tiempo hasta descubrir al autor de un atentado.

A pesar de esta falta de innovación en la base del guion, ‘Feliz día de tu muerte’ sigue siendo un título bastante efectivo y entretenido. De primeras, el estilo de la edición y el ritmo puede resultar extraño, casi rozando lo incómodo, aunque esto se supera rápidamente, dando paso a un ritmo mucho más ágil y fluido, que nos va sumergiendo en esa pequeña locura que va viviendo la protagonista, mientras intenta descubrir quién es la persona que, una y otra vez, consigue acabar con su vida sin piedad.

La repetición cíclica del mismo día, al igual que ocurría con el personaje de Phil (Bill Murray) en ‘El día de la marmota’, facilita que se pueda estructurar una evolución progresiva en el personaje principal, aquí solventemente interpretado por Jessica Rothe. Consigue que nos creamos de cabo a rabo su papel de rubia bella y creída y, después, a otra chica que nada tiene que ver con ésa. Y esto, aunque pueda parecer un truco barato, resulta algo muy efectivo a la hora de valorar el arco de un personaje principal.

Con el resto de personajes, siendo sinceros, no cabe más análisis que el típico que se realiza a los caracteres tópicos. Cada uno de ellos juega su papel de un modo muy eficaz –y podríamos decir que hasta necesario para una película de género como ésta–, encarnados por actores aún no tan conocidos como la protagonista, pero que seguramente pronto irán apareciendo en más carteles.

De todas maneras, como no queremos desvelar ni la más mínima pista sobre la trama, para no arruinar la fiesta a los que quieran disfrutar, tampoco vamos a adentrarnos en estos secundarios, porque su evolución y juego en el cómputo global de la película va progresando de forma ortodoxa hasta el momento final.

En cuanto al tono y al público al que va dirigido principalmente ‘Feliz día de tu muerte’, se puede encuadrar entre los adolescentes y los jóvenes universitarios. Más allá de eso, ninguno de los personajes tiene una profundidad ni un carácter que pueda hacer conectar al público más adulto, y sí que puede inclinarse al espectador todavía más joven, ya que, a pesar de suponérsele ese aspecto de película de terror, al final todo resulta bastante blanco, evitando las imágenes más gore que muchos esperan de estos títulos.

Por este motivo, podemos asegurar que ‘Feliz día de tu muerte’ debería considerarse más comedia que película de miedo, aunque a veces pretenda lo contrario. Por todo esto, resulta apta para un público más amplio, no solo por términos de edad, sino también por apetencias y afinidades cinematográficas.

En conclusión, ‘Feliz día de tu muerte’ no será la película que más miedo te vaya a dar este año, ni la que mejores carcajadas te pueda provocar, pero nadie le podrá echar en cara que no cumple un cometido básico, que es el de entretener durante hora y media, algo que muchas veces ni siquiera se consigue.

Le doy 3.7 estrellas de 5.

‘Thor Ragnarok’ ya está aquí, y parece que está pegando fuerte, casi como el martillo de su protagonista. Y es que la tercera entrega de la saga de Thor está siendo todo un éxito de taquilla, y parece que seguirá con buenos números en las próximas semanas.

La cinta va en busca de un público general y, a diferencia de muchas otras películas de super héroes, tiene un tono que podría hasta considerarse infantil, perfecto para que los más jóvenes también disfruten de la misma.

Muchas de las críticas y comentarios previos al estreno ya incidían en este toque cómico de ‘Thor: Ragnarok’. De hecho, en algunos de los últimos títulos del género ya veíamos cómo el espacio para el humor estaba ganándose un hueco cada vez más importante en el metraje, sin que eso supusiera alejarse del espíritu original de los mismos.

Pero lo que nos encontramos aquí es, finalmente, más una comedia de acción que una película de super héroes. Y digo esto sin ánimo de desprestigiar, ya que no es ésa la intención, pero sí que es conveniente dejar claro que el tono de la película no es tan “sobrio” como el de las anteriores entregas y títulos de Marvel.

Esto se ve prácticamente desde la primera escena de la película, cuya densidad humorística es tal que ya nos prepara para lo que va a venir en las siguientes dos horas: un cúmulo de sketches cómicos en los que se alternan otros elementos de la trama y, por supuesto, buenos momentos de acción y efectos especiales.

No vamos a negar que alguno de estos momentos sí que levantan las risas generales del público, pero también se tornan demasiado repetitivos o, incluso, infantiles –esto, de nuevo, es genial para los que vayan a verla en compañía de los más pequeños de la familia–, y a los que busquen una película sobria de cómics y acción, les puede resultar pesado.

Pero, alejándonos de los aspectos del tono, para los que quieran ver una película visualmente espectacular y con buena acción, tenemos buenas noticias: hay grandes momentos y verdaderamente conseguidos. Como corresponde a este tipo de películas, en las que el presupuesto no es precisamente escaso, no se escatima en efectos visuales, y esto es algo que se agradece mucho, más aún cuando se puede disfrutar de una pantalla grande y un sistema de sonido potente, como es el caso de las salas de cine.

Y, bueno, si hablamos del reparto, también podemos darnos por satisfechos. A la ya conocida pareja de Chris Hemsworth y Tom Hiddleston en sus papeles de Thor y Loki, respectivamente, así como Anthony Hopkins haciendo de Odín, y Mark Ruffalo alternando entre Hulk y Banner, se les une algún nombre más, y de categoría. Benedict Cumberbatch tiene sus minutos como Doctor Strange, y Jeff Goldblum encaja muy bien como Gran Maestro, personaje que también le da un toque especial a la película.

Pero, si tenemos que destacar a alguno de los personajes no clásicos de la saga, el premio se lo lleva Hela interpretada por Cate Blanchett. Cuando está en escena, le roba el protagonismo a quien quiera que ose enfrentarse a ella, casi del mismo modo en el que su personaje impone el poderío tremendo a los que no siguen sus dictados.

En general, podemos decir que ‘Thor: Ragnarok’ es una película muy eficaz en términos comerciales, ya que cumple su cometido a la perfección, que no es otro que el de entretener a su público, y lo hace a base de buenas dosis de humor y de acción, además de con una trama bien hilada y unos actores conocidos y solventes.

Así que, concluyendo, ésta es una película muy entretenida, que definitivamente es la mejor de las tres de su saga y que, a su vez, estará entre las mejores de Marvel. Se puede anticipar cómo va a ser el estilo de Marvel en los próximos tiempos. Buenas noticias para muchos y, tal vez, no tan buenas para otros tantos aficionados al género.

Le doy 4 estrellas de 5.